Los tiros deberían ser precisos y potentes, aunque generalmente no se logra esta precisión y potencia al mismo tiempo. En el partido definitorio, ninguno de los dos equipos pudo sacar ventaja sobre su rival, por lo que el certamen debió definirse desde los tiros del punto penal. La revista deportiva más importante del país, El Gráfico, entró en «luto» con una portada completamente negra con la única leyenda: «Vergüenza», que expresaba la bronca y la humillación después de la derrota. El 24 de febrero de 1993, Maradona regresó al equipo cuando Argentina jugó la Copa Artemio Franchi contra Dinamarca en Mar del Plata. Para cumplir el objetivo, Basile le pidió a Maradona que volviera porque el equipo lo necesitaría para clasificar a la Copa. Con Maradona oficialmente retirado, la selección entró en el torneo con altas expectativas por el despegue de jugadores que habían disputado el Mundial anterior, con Gabriel Batistuta siendo una amenaza constante en el área chica, y Diego Simeone siendo la figura principal desde el mediocampo. Argentina acudía como gran favorita, con una selección que incluía a los mejores jugadores del país: Gabriel Batistuta, Leonardo Rodríguez, Claudio Caniggia, Diego Simeone, Sergio Goycoechea, Óscar Ruggeri y Fernando Redondo dijeron presente, entre otros.
En Buenos Aires, Argentina derrotó a Perú 2-1, empató 0-0 con Paraguay, y sufrió una derrota catastrófica y hasta el momento la peor derrota como local del seleccionado argentino a manos de Colombia 5-0 el 5 de septiembre de 1993 en el Estadio Monumental. El partido de vuelta fue en Buenos Aires, donde la albiceleste triunfó por 1-0, con un gol de Batistuta a los 59′. Con un marcador global de 2-1, la albiceleste logró la anhelada clasificación a la cita mundialista. El equipo debutó con un 3-0 frente a Venezuela, luego derrotó al local Chile 1-0, más tarde logró un 4-1 sobre Paraguay en Concepción, y finalmente cerró su grupo con una victoria 3-2 ante Perú. Pero al final del partido contra Nigeria, Maradona fue llamado a un control antidopaje, que dio resultados positivos para efedrina, una sustancia prohibida. Tras la decepción en Estados Unidos, Basile renunció a su cargo, y en su lugar, la AFA designó a Daniel Passarella, capitán del equipo que saliera campeón mundial en 1978. La llegada de Passarella como nuevo director técnico del seleccionado y su mano dura para “limpiar” internas entre jugadores poco aportó en el plano deportivo, aunque sí repercutió en la prensa: Passarella obligó a sus jugadores a usar el pelo corto, y prohibió a quienes no lo acataran la participación en su formación, además de ser igualmente rígido con la homosexualidad o el uso de aritos en las orejas.
Las cuatro asociaciones de fútbol del Reino Unido, las denominadas Home Nations, se opusieron a la creación de dicho órgano. Al igual que en el fútbol tradicional, cada encuentro es controlado por varios árbitros, los cuales están encargados de hacer respetar las reglas y sancionar a los jugadores de ser necesario. Maradona marcó el tercer gol de Argentina, que sería su último en una Copa del Mundo y en la selección. La única competición de dicho organismo es la Copa Mundial VIVA. Inmediatamente después de la Copa América, Argentina tuvo que jugar las eliminatorias para la Copa Mundial de 1994, celebrada en los Estados Unidos. Se convirtió en la caída más grande del equipo nacional desde el 6-1 del Mundial 1958 ante Checoslovaquia, y su peor derrota como local. El Galaxy M13 de Samsung ha sido uno de los hits del Prime Day. Gabriel Batistuta fue el goleador del torneo con seis goles.
Algunos de los jugadores que formaron parte del plantel fueron Sergio Goycochea, Oscar Ruggeri, Gabriel Batistuta, Darío Franco, Diego Simeone, Fernando Redondo y Luis Islas. El 0 a 0 persistió hasta el minuto 52, cuando el guardameta Caballero cometió un grosero error al sacar el balón de su área, ya que al intentar despejarlo, el mismo rebotó a unos escasos centímetros de Rebic, que tomó ventaja de la situación y anotó el primer tanto del juego con una volea de gran precisión. La primera gran prueba del Káiser al mando de la selección se dio a poco tiempo después de haber asumido el cargo de entrenador, ya que en enero de 1995, Argentina participó en la segunda edición de la Copa Confederaciones (aún nombrada «Copa Rey Fahd») en calidad de campeón de la Copa América 1993. El seleccionado albiceleste integró el Grupo B, junto a Japón y Nigeria. En la Copa América realizada en Chile, Argentina obtuvo su décimo tercer campeonato continental después de un periodo de 32 años, con una sobresaliente actuación en el campo. Uno de los aspectos más destacados de este periodo fue la ausencia de Lionel Messi y otros denominados históricos, como Ángel Di María, Sergio Agüero, Gonzalo Higuaín, y Éver Banega, aunque Scaloni sí incluyó en sus filas a algunos experimentados, como el guardameta Sergio Romero y el defensor Nicolás Otamendi.