Carvalhal resalta además que “aquello que define una zona agresiva es la agresividad que ejercemos sobre el portador del balón”. La diferencia está solamente en la presión, esto es, en la agresividad con que se atacan los espacios y al portador de la pelota para provocar el error y así recuperar la posesión de la pelota. Para Garganta (1997), las acciones de pressing implican “una oposición activa, i.e., la búsqueda activa y rápida de la posesión de la pelota por todo el terreno de juego, creando superioridad numérica alrededor del portador de la pelota”. Pidelaserra (2001) advierte que “no se puede conseguir hacer presión o pressing sin reducción de espacios y superioridad numérica” y señala que quien no tenga estas máximas en cuenta, no sólo no alcanzará sus objetivos, sino que desequilibrará de tal forma el equipo que se volverá muy vulnerable. Para el autor, la presión debe ser aplicada, por un determinado número de jugadores, sobre el portador de la pelota, junto con la ocupación de los espacios próximos.
camisetas de futbol baratas el Oporto no podía hacer esa situación táctica durante una Liga entera”. Por medio de una investigación apoyada en una metodología compuesta de entrevistas, análisis de partidos y encuestas, se trata de dar respuesta a una serie de hipótesis planteadas en el mismo: Variación de publicidad entre los equipos a analizar (en base a cantidad monetaria, estatus y relación con patrocinadores), diferencia sobre cómo llevan a cabo el patrocinio de ambos clubes, (número de patrocinadores e inversión de los mismos) y desconocimiento de las personas ante la cantidad de publicidad que portan en sus camisetas deportivas.
Si entendiese el defender como un medio para recuperar la pelota y poder atacar, ciertamente tendría otro tipo de preocupaciones defensivas. Ahora, tanto puede ser un medio como, circunstancialmente, un delantero, por estar, momentáneamente, en esa posición. Como hemos visto en el inicio de este punto, el pressing puede ser hecho «zonalmente», «hombre a hombre» o «individualmente». Hay situaciones en las que esa zona pressing proporciona una recuperación en la que lo adecuado es dar profundidad y hay otras en las que lo aconsejable es temporizar y oxigenar y ahí mismo hacer circulación y no dar luego profundidad”. La mayor parte de los goles y de las situaciones de riesgo suceden en situaciones de transición y, por ello, pienso que el momento de la pérdida de posesión es el momento crítico en la organización defensiva”. Garganta cree que “algo que se revela cada vez más importante son las ligazones en las transiciones (en los momentos de pérdida y de conquista de la posesión). Por ejemplo si el balón está del lado izquierdo y son los jugadores de ese lado los que tienen que reducir el espacio, y los que tienen que hacer presión, lógicamente el extremo del lado contrario tiene que cerrar el espacio interior, por lo tanto tiene que absorber el espacio en el que el adversario pueda tener salida.