El 8 de agosto entró a su primera convocatoria para el juego contra el Ceará, asimismo fue informado que no usaría la dorsal «10» con la que fue presentado, sino con la «22» ya que el presidente del club José Carlos Peres mencionó que el número era parte de un acto simbólico. Esto fue interpretado por la dirigencia y el departamento legal del club que el jugador no estaba comprometido y le buscaron una rescisión de su contrato donde se logró un acuerdo.